En fotografía pierden bastante ya que una de susu características es que las alas son realmente doradas.
Van acompañados de un poema escrito por Ana Acosta:
He luchado tan ciegamente
por ganarme estas alas doradas,
cuya visión a hombres y fieras
encandila y encanta,
que ya sólo soy un trozo
de carne apuntalada
y unas alas que no pueden
arrancarme de esta celda humana,
sabiéndome víctima muda de
mi propia mascarada.
Ana Acosta

